Cuando un exbecario y un inversionista random terminan en sistemas militares de EE. UU.

A veces uno piensa que las películas de hackers exageran, que eso de entrar en sistemas militares con un clic no pasa en la vida real. Pero de pronto, boom: un chamo de 23 años que hizo una pasantía en SpaceX y un tipo de Miami que ni idea de lo que es un misil, se cuelan en una red del gobierno gringo con acceso a información sobre armas nucleares. Sí, como lo lees. Y no fue un error de película, fue la vida real.

Luke Farritor, el becario prodigio con pinta de que desayuna café con códigos binarios, y Adam Ramada, un inversionista más conocido por andar en corbata que por saber lo que es una ojiva, fueron las estrellas de esta historia. Ambos estaban relacionados con una cosa llamada DOGE (sí, como el meme del perrito), una entidad que parece más salida de Reddit que de un organigrama oficial. Pero resulta que DOGE tenía conexiones con Elon Musk y sus múltiples proyectos, incluyendo esos que se meten hasta en satélites y cohetes.

Y de pronto, pum, los dos aparecen con acceso a sistemas de la NNSA (la agencia gringa que gestiona el arsenal nuclear) y del mismísimo Departamento de Defensa. Nadie entendía cómo ni por qué, pero ahí estaban, con sus nombres dentro de los directorios que manejan secretos del nivel “si lo filtras, adiós planeta”.

¿Una metida de pata o algo más oscuro?

Ahora bien, nadie sabe exactamente qué información llegaron a ver. Lo único claro es que no debían estar ahí. Es como si te metieras por error en el laboratorio de un villano de James Bond y nadie se diera cuenta hasta que ya estabas jugando con los botones rojos.

Todo huele raro. Porque ni Luke ni Adam tenían formación en defensa, ni clearance de seguridad, ni estaban contratados por ninguna agencia oficial. Nada. Pero aparecían en los accesos como si fueran técnicos expertos en ojivas nucleares. Y lo más curioso es que no fue un hacker escondido en una cueva con tres monitores. Fue gente real, visible, en oficinas y reuniones.

Entonces comenzaron las preguntas: ¿alguien los metió ahí a propósito?, ¿hay fallos graves en la seguridad de estos sistemas?, ¿o es que estamos en una realidad donde cualquiera con una tarjeta de presentación bonita puede pasearse por los archivos secretos del Pentágono?

Elon Musk, SpaceX y los tentáculos del poder

Aquí es donde la historia se vuelve más jugosa. Porque Luke había trabajado como becario en SpaceX, y aunque uno pensaría que eso lo califica para lanzar cohetes, no para husmear en sistemas militares, de alguna manera su historial profesional lo puso en la órbita de DOGE, esa extraña organización que muchos creen que es una especie de think tank medio secreto del círculo de Musk.

Ramada, por su parte, ni siquiera tiene ese background técnico. Es un tipo de negocios, inversiones y corbatas caras. Entonces, ¿cómo terminó en la misma red que guarda detalles de bombas nucleares? Hay quienes piensan que simplemente se trató de una falla monumental en el sistema de control de accesos. Otros, más paranoicos, dicen que esto es solo la punta del iceberg de algo mucho más grande.

Las reacciones dentro del gobierno gringo

Cuando esto salió a la luz, los pasillos del Capitolio y del Pentágono comenzaron a hervir. Funcionarios estresados, políticos pidiendo explicaciones, y los expertos en seguridad tapándose la cara de la vergüenza. Porque si dos personas sin credenciales lograron esto, ¿cuántas más podrían haber hecho lo mismo sin que nadie se entere?

Se activaron comisiones de revisión interna, auditorías, y más de un militar veterano se preguntó si no sería hora de volver a guardar los secretos nucleares en papel, en una caja fuerte, bajo siete llaves.

Mientras tanto, ni Luke ni Adam han sido arrestados, ni acusados públicamente. Pero sus nombres están ahora en el radar de todas las agencias de seguridad del planeta. Y las preguntas siguen en el aire como un satélite sin control: ¿esto fue un error, una movida calculada o simplemente una consecuencia más de vivir en un mundo donde el acceso a todo depende de quién conoces y no de lo que sabes?

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