Un Pixel que no es cualquier teléfono

Si estás buscando un teléfono que te dure más que tu ex diciéndote que van a volver, este Pixel es la joyita del momento. Google lo sacó con toda la intención de que no solo lo uses este año, sino por muchos más. ¿Por qué? Porque el bicho este tiene soporte de actualizaciones durante siete años. Sí, siete. Eso significa que vas a estar recibiendo las últimas mejoras de Android, parches de seguridad, funciones nuevas y demás chucherías hasta que te canses o el mundo se acabe (lo que pase primero).

Y no es solo por lo del software. Este Pixel es un equilibrio entre rendimiento sólido, buena cámara y un sistema operativo que no viene lleno de basura preinstalada. Es Android puro, rápido, sin lag, y con funciones exclusivas que sí valen la pena, como la magia de borrar a tu ex de una foto sin tener que cortarla tú mismo con el dedo.

El rendimiento no decepciona: Tensor G4 en acción

El motor de este bichito es el Tensor G4, que no solo suena cool, sino que también lo es. No va a ser el más potente del universo comparado con chips como el Snapdragon más reciente, pero créeme, en el día a día vuela. Las apps abren rápido, los juegos corren sin que se caliente como arepa en budare, y la inteligencia artificial integrada hace cosas loquísimas: desde ayudarte a redactar mensajes hasta traducir en tiempo real y corregir llamadas con ruido de fondo.

Además, la batería también se porta bien. Tiene una capacidad de 4700 mAh, suficiente para aguantar un día completo de uso intensivo. Y si te da ansiedad ver que te quedan 12%, no te preocupes: carga rápida de 45W, carga inalámbrica normal y carga inversa pa’ cargar tus audífonos o el celu de algún pobre infeliz que olvidó su cargador.

La pantalla: nítida, fluida y bien iluminada

Vamos con la pantalla. Aquí no se guardaron nada: un panel OLED Super Actua de 6,3 pulgadas, resolución full HD+ y refresco de 120 Hz. En cristiano, eso significa que se ve brutal, fluido y con colores que revientan los ojos (en el buen sentido). El brillo máximo llega a 2700 nits, o sea que puedes estar en la playa, bajo el sol, y aún así ver los memes sin entrecerrar los ojos como un topo.

Y como si fuera poco, tiene HDR10+, así que cuando veas tus series favoritas, cada sombra y luz se va a ver con un realismo que casi sientes que estás dentro del episodio.

Cámaras que no tienen nada que envidiarle a una reflex

Si hay algo en lo que Google siempre destaca, es en las cámaras. Aquí el combo es brutal: una cámara principal de 50 MP y un gran angular de 48 MP. La fotografía nocturna es excelente, el modo retrato no difumina orejas ni corta cabezas, y el enfoque es rápido y preciso.

La inteligencia artificial ayuda muchísimo en el procesamiento de las fotos. Podés borrar gente que aparece en el fondo, mejorar el cielo, cambiar la cara de alguien si salió con los ojos cerrados (literalmente, cambiarla por otra donde sí los tenía abiertos)… una locura.

Además, graba video en 4K, con estabilización óptica que hace que hasta los clips que grabes en el metro parezcan hechos con un trípode. ¿Quieres hacer contenido? Este teléfono es perfecto pa’ TikTok, YouTube, lo que sea.

Un diseño sencillo pero elegante

No esperes algo escandaloso. Google se fue por un diseño limpio, sin muchos adornos, pero muy bien construido. El móvil se siente premium en la mano, resistente, con buena ergonomía y materiales que no se sienten baratos. Además, viene en varios colores bonitos sin caer en lo aburrido de siempre.

Y algo que no se ve pero se agradece: es resistente al agua y al polvo. No es que lo vas a sumergir en el mar Caribe, pero si se te cae al fregadero mientras ves recetas de hallacas, vas a estar bien.

¿Entonces, qué?

Este Pixel no es el más caro, pero tampoco es barato. A cambio, te da un montón: actualizaciones por años, un rendimiento que no decepciona, una cámara brutal y un software sin tonterías. Es de esos teléfonos que compras con la tranquilidad de que no vas a necesitar cambiarlo en un buen rato.