Diseño que entra por los ojos, y también por el bolsillo
El Galaxy A56 llega con un objetivo claro: hacer temblar a la competencia de la gama media con una propuesta que parece más de gama alta. Lo primero que salta a la vista es su diseño. Samsung se dejó de cosas básicas y le metió cariño: cuerpo delgadito (7,4 mm), vidrio por delante y por detrás, y marcos de aluminio. Cuando lo agarras, no sientes ese «plástico barato» típico de su rango de precio, sino un teléfono que se siente robusto, elegante y ligero a la vez, con 198 gramos bien distribuidos.
La pantalla también juega en la misma liga. Super AMOLED de 6,7 pulgadas, resolución Full HD+ y tasa de refresco de 120 Hz. Y no solo se ve fluido, también brilla como si tuviera complejo de faro: 1.900 nits que te permiten verlo hasta en la playa a pleno sol sin forzar los ojitos. El lector de huellas está debajo de la pantalla, como ya es costumbre en esta línea, y responde con la velocidad que uno espera en 2025.
Potencia de sobra para el día a día (y algo más)
Por dentro, el Galaxy A56 monta el nuevo Exynos 1480, que mejora considerablemente lo que venían haciendo en generaciones pasadas. Está fabricado en 4 nanómetros, lo que se traduce en mejor eficiencia energética y menos calentamiento. ¿Traducción para los mortales? Va rápido, no se pone como plancha cuando ves videos o juegas, y te aguanta el trote diario sin quejarse.
Tiene opciones de 8 GB y 12 GB de RAM, con almacenamiento de 128 GB o 256 GB. No, no hay ranura para microSD, lo cual puede ser un bajón para quienes aman guardar memes y fotos sin borrar nunca nada, pero en general, el almacenamiento base es generoso.
Corre con Android 14 y la última versión de One UI, con promesa de actualizaciones hasta por seis años. Sí, seis. En tiempos donde algunos teléfonos se olvidan de ti al año y medio, esto es casi un acto de amor. Además, la interfaz de Samsung sigue siendo de las más completas y personalizables del mundo Android.
Cámaras para presumir en redes (y fuera de ellas)
En el apartado fotográfico, Samsung mantuvo la fórmula que ya le funciona. El sensor principal es de 50 MP, con estabilización óptica (OIS), que ayuda mucho para que las fotos no salgan movidas, incluso de noche. Le acompaña un ultra gran angular de 12 MP, ideal para capturar paisajes, grupos o tu cuarto desordenado en toda su gloria, y un sensor macro de 5 MP, que… bueno, está ahí, como para cumplir.
La cámara frontal es de 12 MP y se defiende muy bien en selfies, incluso en condiciones de poca luz. Además, incluye herramientas con inteligencia artificial que eligen la mejor cara en fotos grupales, corrigen imperfecciones y permiten editar sin tener que descargar tres apps aparte.
Graba en 4K, tiene HDR automático y es compatible con HDR10+, por si te gusta hacer contenido para redes o simplemente grabar tu café mañanero con calidad cinematográfica.
Batería que aguanta lo que le eches
La autonomía es otro de sus puntos fuertes. Viene con una batería de 5.000 mAh, que, gracias al procesador más eficiente y a la optimización del sistema, puede durarte fácilmente todo el día con uso intensivo, y hasta dos días si lo usas con cabeza. La carga rápida de 45W también es bienvenida: en media hora ya tienes más del 60% cargado, así que no tienes que vivir pegado al enchufe.
Eso sí, el cargador no viene en la caja, así que vas a tener que buscar uno compatible si no tienes ya alguno potente.
Conectividad y extras que marcan la diferencia
En cuanto a conectividad, el Galaxy A56 va bien servido: 5G, Wi-Fi 6, Bluetooth 5.3, NFC para pagar con el teléfono y USB-C como es debido. Además, tiene certificación IP67 contra agua y polvo, algo que no todos los gama media ofrecen, y que se agradece si eres de los que suelta el teléfono en cualquier parte o vive en zonas húmedas.
No tiene jack de audífonos, pero eso ya es casi ley en los teléfonos de 2025. Lo que sí tiene son altavoces estéreo con buen volumen y nitidez, perfectos para ver videos, series o escuchar música sin auriculares.
Un gama media con ambiciones de grande
El Galaxy A56 no viene a competir tímidamente en la gama media. Llega con argumentos sólidos, un diseño que parece sacado de un flagship, buena pantalla, batería duradera y un rendimiento más que competente. Puede que no sea perfecto —la ausencia de microSD o de cargador en la caja puede molestar a algunos— pero lo que hace bien, lo hace muy bien. Y eso, brodi, en estos tiempos, ya es bastante.